Casi 900 participantes de 110 países soñaron en Manila (Filipinas) con un “gran movimiento de Dios a través de creyentes en su lugar de trabajo”.
“Creo que uno de los próximos grandes movimientos de Dios será a través de los creyentes en su lugar de trabajo”. Esta frase, de alguna manera profética, fue lanzada años atrás por Billy Graham, uno de los fundadores del Movimiento de Lausana. Ahora, a través del Foro Mundial del Trabajo que se ha celebrado en Manila del 24 al 29 de junio de 2019, se está prestando atención a un tema que queda oculto detrás de ese gran problema de la Iglesia de nuestro tiempo que es la división entre lo sagrado y lo secular.