El Pasado noviembre un grupo de influenciadores del mundo evangélico en
España se reunieron para reflexionar sobre varios temas que vienen en el
documento hecho en Ciudad de Cabo en 2010 llamado el Compromiso de
Ciudad del Cabo. En este blog viene el resultado de ese tiempo de
reflexión sobre la tercera parte del Compromiso. Vivir el amor de Cristo entre la gente de otras religiones
Evangelización y persecución por causa de Cristo y Evangelización y Libertad Religiosa.
¿Cuál es la
situación en España de este tema? Listar la problemática y escoger aquellos
puntos que valoremos como más necesitados de intervención.
- La iglesia
vive en la liminalidad. En ocasiones tenemos que soportar la intolerancia
y la imposición de valores no bíblicos, de ahí que vamos a contracorriente
cultural. En la calle los cristianos no atacamos la ideología de género ni
la homosexualidad, hablamos de lo que la Palabra de Dios dice, pero se ha
perdido la capacidad de dialogar. Nosotros hemos sido siempre defensores
de la libertad y esa libertad que surgió allí donde el evangelio arraigó,
está siendo utilizada por algunos no creyentes para quitarla.
- Se dice que
la tolerancia es el valor número uno de la sociedad. El problema que vemos
es que la tolerancia o el laicismo radical es agresivo con todo lo que
discrepa de la opinión oficial. Por eso nos preguntamos: En la sociedad
que vivimos, ¿nos está permitido NO estar de acuerdo?
- Podemos usar
el derecho a pensar diferente y a ser minoría ideológica, pero hay un
cierto grado de beligerancia contra los cristianos, ya que no es algo
inusual la dicotomía Jesús/César. Puedes creer lo que quieras en tu casa,
pero el ámbito de lo público está restringido a ciertas expresiones
ideológicas que contrastan.
- Lo cierto es
que la evangelización tiene que operar en este ambiente, y evangelizar es
incidir en todas las áreas de la sociedad con principios bíblicos y
convencerles que son verdad, aunque la sociedad en general rechace el
cristianismo porque apuntamos a aspectos en los que el mal se manifiesta.
¿Cuál es la situación en la iglesia y cómo podría
contribuir para revertir las consecuencias del mal en esta área concreta?
Fortalezas:
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Debilidades:
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Enorme dinamismo local. Las
iglesias están movilizándose en lo social y cultural, lo cual hace que esté
cambiando la sociedad. La Palabra de Dios: Centralidad.
Cuando la iglesia se une (es sal y luz) todo va cambiando.Presencia en la sociedad: Enseñanza de Religión
Evangélica. Énfasis en la apologética:
Fundación RZ, GBU, Movimiento Lausana, Alianza Evangélica
Española, etc.
Evangelización real y sin miedo.
La iglesia está perdiendo la vergüenza de salir a evangelizar.La iglesia sigue teniendo
respuesta y buen testimonio local, se sigue evangelizando y la gente se sigue
convirtiendo.
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No ver evangelizar más allá del
“proselitismo”. Nos faltan portavoces. No tenemos políticos, ni otros puestos
altos en la sociedad que sean evangélicos.Aislamiento de la sociedad
(AMPAS, lugares de peso social) Los cristianos convertimos en guetos nuestras
iglesias, por lo que estamos al margen de la sociedad y la cultura.Acomodación ante los desafíos de
la sociedad. No estamos tomando posiciones con respecto a la Palabra de Dios.Necesidad de nuevas respuestas a
nuevas preguntas. A veces la iglesia no tiene esas respuestas, nos hemos
callado demasiado y no queremos la confrontación.Los modelos de iglesia son de
confrontación, tenemos mentalidad de ellos-nosotros. No hemos sabido capitalizar al
pueblo gitano en España.
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¿Qué tres medidas concretas habría que empujar en los próximos tres años para ver los resultados reales en la sociedad?
- Llevar la fe
a la esfera pública sin complejos de minoría, cambiando el concepto de
evangelización. Ganamos todos, si luchamos por la libertad para todos.
- Aprovechar
la libertad que queda:
- Contactos
con los políticos. Transformarlos para que tengan una visión diferente de
Dios.
- Usar medios
de comunicación propios, llevando la fe a la esfera pública eliminando
los secular y religioso en el ámbito del Movimiento de Lausana.
- Visión
pastoral para capacitar a cada creyente como un punto de misión,
aprovechando este tiempo de hambre espiritual en la sociedad.
- Necesidad de
ser voz profética en la sociedad, haciendo que lo social y lo bíblico
vayan juntos.